Desde otro ángulo, Yocaira Ureña, madre del imputado, manifestó su indignación, denunciando que su hijo ha sido agredido físicamente por agentes policiales desde el momento de su detención. La mujer sostuvo que las condiciones en las que se encuentra no son justas y que su familia continuará luchando para demostrar su inocencia.
El caso ha generado reacciones encontradas, con la defensa del acusado alegando que se trata de una acusación basada en presiones externas, mientras que los representantes de la víctima sostienen que la medida es un paso hacia la justicia.
Con este fallo, el proceso judicial continuará en una fase donde se espera que se presenten más pruebas que esclarezcan los hechos y definan la responsabilidad del acusado.